Las cojeras debidas a problemas de patas y/o pezuñas son uno de los motivos de preocupación en el sector porcino… Y una de sus causas principales es el tipo de suelo: ¿cómo afecta el tipo de slat?

Tener identificados los puntos clave a tener en cuenta para evitar problemas sanitarios en el sector porcino es fundamental para la productividad y el bienestar de los animales. Uno de ellos es el tipo de suelo y, por lo tanto, de slat que se utiliza en la granja, ya que puede conllevar pérdidas económicas importantes. ¡Te lo contamos en este post!

 

Causas y consecuencias de las cojeras

Como bien se describe en este artículo publicado por A. Quinn en 3tres3, entender las causas de una cojera ayuda a reducir su incidencia y, por lo tanto, minimiza las consecuencias que tienen en la granja.

Entre las principales causas, distribuidas por edad en este artículo de 3tres3, existen dos grandes bloques:

  • Infecciosas: causadas por microorganismos como, por ejemplo, Glaesserella parasuis o Mycoplasma hyorhinis.
  • No infecciosas: son las más frecuentes. Podemos encontrar lesiones físicas (heridas, hinchazones, sobrecrecimiento de la pezuña, traumatismos o fracturas) u otro tipo de enfermedades como osteocondrosis, laminitis u osteoartritis.

 

En ambos casos, además, pueden influir otros factores externos como:

  • Condiciones ambientales: tipo de suelo, sistema de alojamiento, tamaño de grupo o la densidad de población son los más relevantes.
  • Sistema de manejo y producción.
  • Nutrición.
  • Genética.

 

Independientemente del factor desencadenante, es importante enfocar correctamente el problema (te dejamos aquí un artículo escrito por A. Camprodón y L. Coma para 3tres3 que explica los pasos a seguir), ya que la presencia de cojeras disminuye de forma significativa la productividad en la granja debido a:

  • Su impacto en el bienestar animal: en este artículo publicado por PorciNews, se describe una reducción en el nivel de actividad, comportamiento social y exploratorio, así como alimentario.
  • Las relevantes consecuencias sobre el rendimiento.

 

El tipo de suelo afecta a la productividad en el sector porcino

Como bien describe A. Quinn, “las condiciones del suelo tienen un impacto importante sobre las cojeras”; por lo tanto, tal y como hemos visto, afectan a la productividad en el sector porcino. Pero… ¿Qué aspectos del tipo de suelo son los que más influyen? Además del material y su mantenimiento, destaca la proporción entre suelo sólido y slat.

Según M. Verónica Jiménez, en este artículo publicado en PorciNews, el cambio de alojamiento individual a grupal en las cerdas durante la fase de gestación ha implicado también un cambio en su locomoción. En este periodo, un suelo inadecuado “puede ser una de las principales causas de cojeras y lesiones en las pezuñas” que, a su vez, es uno de los motivos de sacrificio temprano de cerdas. Por su parte, en este contenido de la revista Suis publicado en Portal Veterinaria, se indica que las cojeras representan entre el 5 y el 10,5 % de todos los casos de eliminación de cerdas.

Jiménez comparte en su artículo un estudio llevado a cabo en Canadá en el cual se evaluó el impacto del ancho de los slats y la separación entre ellos sobre cerdas gestantes distribuidas en grupo 1 (slat de 105 mm y espacios de 19 mm) y grupo 2 (slat de 125 mm y espacios de 25 mm). Los resultados mostraron que:

  • La incidencia global de cojeras fue similar en ambos grupos, pero las cerdas del grupo 2 requirieron más tratamiento con analgésicos.
  • Gravedad del sobre crecimiento y erosión del talón, así como presencia grietas en pezuñas traseras: superior en grupo 2.

 

En España, la legislación vigente (RD 1135/2002, de 31 de octubre, relativo a las normas mínimas para la protección de cerdos) indica los requisitos que debe cumplir el revestimiento del suelo para:

  • Cerdas jóvenes después de la cubrición y cerdas gestantes: parte de la superficie estipulada, como mínimo 0,95 m2 por cerda joven y 1,3 m2 por cerda, deberá ser de suelo continuo compacto; de este, como máximo el 15 %, se reservará a las aberturas de drenaje.
  • Cerdos criados en grupo. La anchura de las:
    • Aberturas será de un máximo (las autoridades competentes dejan ± 3 mm de margen para los emparrillados de hormigón) de:
      • 11 mm para lechones.
      • 14 mm para lechones destetados.
      • 18 mm para cerdos de producción (debido al margen disponible, se recomienda usar una moneda de 5 céntimos, aprox. 21 mm, para comprobar que la abertura es la adecuada).
      • 20 mm para cerdas y cerdas jóvenes después de la cubrición (en este caso, la comprobación se puede hacer con una moneda de 1 euro, aprox. 23 mm).
    • Viguetas será de un mínimo de:
      • 50 mm para lechones y lechones destetados.
      • 80 mm para cerdos de producción, cerdas y cerdas jóvenes después de la cubrición.

En caso de duda a la hora de aplicar dicha legislación, desde la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), se publicó esta guía explicativa para la aplicación del RD 1135/2002.